La iluminación representa el 8% de la factura de energía típica de un hogar. Reducir ese gasto es uno de los caminos más fáciles para ahorrar energía en tu casa de madera.
El primer consejo es bastante sencillo, siempre que se pueda hay que aprovechar la luz solar que tiene tu casa de madera, para ello es fundamental apostar por cortinas claras hechas con tejidos livianos, muebles bajos de tonalidades claras, jugar con la colocación de los espejos… estos elementos favorecen la iluminación natural reduciendo el alumbrado artificial.
Casa de madera bien iluminada
A la hora de colocar la iluminación hay que analizar las necesidades de luz que pueden tener las distintas estancias. Hay que tener claro que no todos los espacios requieren la misma cantidad de luz. Tampoco la misma intensidad.
Y aunque parezca una obviedad, la forma más fácil de ahorrar es simplemente apagar la luz cuando se deje una habitación, incluso aunque sea por poco tiempo.
Hay que mantener limpias las bombillas, lámparas… de polvo, ya que el polvo hace que la luz sea menos nítida y se pierda.
Hay que evitar las lámparas con muchas bombillas ya que gastan mucho. En lugares en los que se apague y se encienda mucho la luz es mejor colocar lámparas del tipo electrónico, y también es muy importante tratar de reducir al mínimo la iluminación ornamental en exteriores.
Se deben de utilizar tubos fluorescentes siempre que se pueda, especialmente en la cocina, donde las horas de encendido son mayores, y hay que sustituir las bombillas incandescentes por lámparas de bajo consumo.