Las casas de madera se benefician de la resistencia, durabilidad, adaptabilidad o versatilidad que proporciona el trabajar con este material.
La madera permite una sensación de confort en las construcciones que la utilizan como primera materia. Esto se debe a que es un material de baja conductividad térmica. Resulta agradable al tacto, y es fácil adaptarse a él. Evita las pérdidas bruscas de calor cuando entra en contacto con la piel.
Otro aspecto positivo es que gracias a su porosidad y elasticidad, presenta una buena absorción de las ondas acústicas.
Casas de madera Carbonell
Por otra parte, las casas de madera absorben la humedad del ambiente. Regulan la humedad relativa y la temperatura del entorno, creando ambientes templados, más cálidos en invierno y más frescos en verano.
Pero construir con madera no solo beneficia a quién la habita. También es una buena manera de ayudar al preservar el medio ambiente. Una construcción de madera necesita menos energía y produce menos impactos ambientales a lo largo de todo el ciclo de vida del producto. Además, un mayor uso de productos de madera provenientes de una gestión forestal sostenible estimula la expansión de este tipo de bosques y reduce las emisiones de gases de efecto invernadero.