El boom de la construcción descontrolada parece cosa del pasado, y no sólo por las lecciones aprendidas tras la crisis económica. El mercado inmobiliario español empieza a apostar por alternativas a la construcción actual. Interesándose por nuevas modalidades de edificación, como las casas prefabricadas. Madera, acero y hormigón son los materiales en los que se realizan estos inmuebles, muy extendidos en otros países, que empiezan a ganar cuota de mercado en España.
Casas prefabricadas: un hogar privilegiado
La Comunidad Valenciana se sitúa entre los territorios en que los propietarios más demandan este tipo de edificaciones. Es un tipo de construcción que gana terreno como un modo menos costoso, en términos de tiempo y dinero. Frente a los métodos tradicionales de construcción.
Las casas pueden llegar a tener hasta 200 metros cuadrados útiles en sus versiones más estándar. Que incluyen hasta tres habitaciones, baño, salón y cocina integrados.
Un rasgo sobresaliente de las casas prefabricadas es su sostenibilidad ecológica, ya que respetan el medio ambiente. Aprovechan la inercia térmica de materiales como el hormigón y obtienen un óptimo confort bioclimático y térmico. Con el consiguiente ahorro energético que este hecho conlleva.